domingo, 28 de abril de 2013

OBEDIENCIA



Virtud que responde con prudencia, eficacia y respeto a los mandatos de una autoridad. Se hace más meritoria por la libertad interior y la prontitud con que se obedece. También por el grado de renuncia que implica aceptar lo mandado. Es una virtud fundamental para toda comunidad humana. La obediencia a la conciencia, como obediencia al mismo Dios, es el fundamento primordial para toda rectitud moral.
El vicio por exceso es el servilismo y, por defecto, la desobediencia. El servilismo se somete ciegamente a todo mandato, sin discernir quién manda y lo que manda, u obedece sólo por un interés malo y errado. La desobediencia rechaza los mandatos de los superiores. Es más grave cuanto más importante es el superior o el mandato desobedecido. La desobediencia tiene su origen en la anarquía y conduce a ella.   


LOS CATEDRÁTICOS, LA REBELDÍA

SOBRE LA OBEDIENCIA A DIOS
"El célebre astrónomo Aragó. Dio una conferencia en el Collège de France acerca de las grandes leyes del Universo, y terminó de esta manera su disertación: «La semana próxima habrá un eclipse solar que se podrá ver también en París. La Luna entra en conjunción con el Sol, y oculta a la Tierra la luz del Astro Rey. Por lo tanto, tal día, a tal hora, a tal minuto, a tal segundo, tres grandes cuerpos siderales obedecerán, no a nuestros pronósticos, sino al mandato de Dios. Únicamente los hombres son los que no le obedecen...»." (El Joven observador, Tihamer Toth). 

REFRANES SOBRE LA OBEDIENCIA Y SUS VICIOS

"Ruega a Dios por el mal Señor, porque no venga otro peor".

A veces es mejor soportar un líder deficiente en lugar de arriesgarse a que venga alguien aún peor. La obediencia prudente puede evitar conflictos mayores.

"Obedece más al que enseña que al que manda". (San Agustín)

La verdadera autoridad no está en quien simplemente da órdenes, sino en quien enseña con sabiduría y guía con el ejemplo.

"Nadie es gran señor para su mayordomo".

Quienes trabajan de cerca con una autoridad ven sus debilidades y errores, lo que puede hacer que la obediencia sea más difícil.

"Ganado manso, chiflando se lo arrea".

Cuando las personas son dóciles y obedientes, basta una indicación mínima para que sigan las instrucciones.

"No pongas el lobo a cuidar ovejas".

Es peligroso confiar responsabilidades a alguien que puede abusar de su poder o actuar en contra de lo que debe proteger.

"Con los hombres se hacen obispos".

La autoridad no es innata, sino que se construye con la obediencia y el respeto de quienes siguen a un líder.

"Cuando la cabeza anda al revés, ¿qué pueden hacer los pies?"

Si la autoridad es incompetente o está en desorden, quienes están bajo su mando también actuarán de manera caótica.

"Cuando el gato no está, los ratones bailan".

Sin una autoridad presente, la obediencia tiende a relajarse y la gente actúa sin control.

"Muchos siguen fácilmente la palabra de uno solo".

La obediencia, cuando está bien dirigida, puede hacer que una sola voz lidere a muchas personas.

"Ovejas bobas, donde va una van todas."

Muchas veces la obediencia ciega hace que las personas digan a los demás sin cuestionar si es lo correcto.

"Hablar con el dueño del establecimiento, no con las vacas".

Para resolver un problema o tomar una decisión, es importante dirigirse directamente a la autoridad, no a los subordinados.

"Arreando se hace el camino".

La disciplina y la obediencia, aunque puedan parecer forzadas al principio, permiten avanzar y lograr objetivos.

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