El vicio por exceso es el
servilismo y, por defecto, la desobediencia. El servilismo se somete ciegamente a todo mandato, sin discernir quién
manda y lo que manda, u obedece sólo por un interés malo y errado. La desobediencia rechaza los mandatos de
los superiores. Es más grave cuanto más importante es el superior o el mandato
desobedecido. La desobediencia tiene su origen en la anarquía y conduce a ella.
LOS CATEDRÁTICOS, LA REBELDÍA
SOBRE LA OBEDIENCIA A DIOS
"El célebre astrónomo Aragó. Dio una conferencia en el Collège de France acerca de las grandes
leyes del Universo, y terminó de esta manera su disertación: «La semana
próxima habrá un eclipse solar que se podrá ver también en París. La Luna entra
en conjunción con el Sol, y oculta a la Tierra la luz del Astro Rey. Por lo
tanto, tal día, a tal hora, a tal minuto, a tal segundo, tres grandes cuerpos
siderales obedecerán, no a nuestros pronósticos, sino al mandato de Dios.
Únicamente los hombres son los que no le obedecen...»." (El Joven observador, Tihamer Toth).
REFRANES SOBRE LA OBEDIENCIA Y SUS VICIOS
- Ruega a Dios por el mal Señor, porque no venga otro peor.
- Obedece más al que enseña que al que manda (S. Agustín).
- Nadie es gran señor para su mayordomo.
- Ganado manso, chiflando se lo arrea.
- No pongas el lobo, a cuidar ovejas.
- Con los hombres se hacen obispos.
- Cuando la cabeza anda al revés ¿qué pueden hacer los pies?
- Cuando el gato no está, los ratones bailan.
- Muchos siguen fácilmente, la palabra de uno solo.
- Ovejas bobas, donde va una van todas.
- Hablar con el dueño del establo, no con las vacas.
- Arreando se hace el camino.
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