Presentamos con este diccionario una síntesis de las virtudes morales y sus vicios contrarios. Cada una de las voces contiene una introducción a la virtud, y un conjunto de recursos que iluminan la esencia de la virtud.
Esta plataforma será de provecho, tanto para personas individuales, como para la educación formal e informal de familias, empresas, organizaciones...
Virtud de quien sabe
deliberar, juzgar y ordenar los mejores medios para el fin de muchos. Buscando
el bien común se busca también el propio. Pertenece a todos los que tienen
alguna autoridad comunitaria, como el padre y la madre de familia, el
presidente de una empresa, el político…, pero también a todos los que trabajan
por el bien común, como quienes cumplen los deberes cívicos o comunitarios.
Vicios contrarios a la
virtud de gobierno son el autoritarismo,
la opresión, la violencia, la blandura, la corrupción, la imprudencia…
EL GOBIERNO COMO
SERVICIO AL BIEN COMÚN
EVANGELIO DE
CRISTO
Como ustedes
saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos
oficiales abusan de su autoridad. Pero
entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre
ustedes deberá ser su servidor, y
el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le
sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos (Mt 20,
25-28).
REFRANES SOBRE LA PRUDENCIA POLÍTICA Y SUS VICIOS
Con virtud y bondad, se
adquiere autoridad.
Demasiados capitanes,
hunden el barco.
El reinar no quiere
par.
Amo tolerante,
sirviente flojo.
El amo imprudente, hace
al mozo negligente.
Quien no usa su
autoridad, la pierde.
Donde abundan los
pareceres, falta de decisión (Publilio
Syro).
Donde manda capitán, no
manda marinero.
Voz del pueblo, voz de
Dios.
Haz sitio a los
mejores.
Reprende en secreto y
alaba en público.
En los debates ante el
pueblo, vence el charlatán (Hipócrates).
Mandando mal se pierde
el mando (Publilio Syro).
Muchas promesas
disminuyen la confianza (Horacio).
El reino enseña a
reinar.
La autoridad es la
corona de la vejez (Cicerón).
La autoridad se gana
sólo con la virtud (Claudiano).
Si la razón te
gobierna, gobernarás a muchos (Séneca).
El peor gobierno es el
que tiene muchas leyes.
Tal es el rey, tal es
el reino.
No de todo hay que dar
razón.
Un pueblo hambriento ni
atiende a razones, ni se aplaca con la justicia (Séneca).
No hay cobarde, que
pueda gobernar (Publilio Syro).
El mal en sus comienzos
se reprime fácilmente, pero con el tiempo se hace más fuerte (Cicerón).
No sabe reinar, quien
teme mucho los odios (Séneca).
El poderoso compasivo
es felicidad del pueblo (Publilio
Syro).
El pueblo desea
novedades, pero también las teme (Tácito).
No sabe mandar quien no
sabe obedecer.
Quien tiene poder para
dañar, aun cuando no haga daño se le teme (Publilio Syro).
Quien teme ser odiado
no desea reinar.
Gobernar a los buenos
es fácil.
A quien no tiene, el
Rey lo dispensa.
Un rey sin amigos es
como un mendigo.
Todos obedecen de buen
grado, cuando los que mandan son dignos (Publilio Syro).
Se obedece más al
pedido que a la orden (Publilio Syro).
Busca la unidad en el
orden (S. Tomás de Aquino).
Quien no sabe dejar
pasar, no sabe reinar.
La juventud se domina
por la razón, no por la fuerza (Publilio
Syro).
Ceder a las
circunstancias u obedecer a la necesidad, es siempre propio del sabio (Cicerón).
Donde hay superior,
cesa en sus funciones el inferior.
Donde hay sólo
muchedumbre, hay confusión.
Si actúas como juez,
juzga; si como rey, manda (Séneca).
Como desearías que te
trate tu superior, trata a tu inferior (Séneca).
El rey está bajo la
ley.
Que el príncipe sea
remiso en castigar y solícito en premiar (Ovidio).
Virtud que modera los deseos
y placeres en general. El hombre templado es dueño de sí mismo, de sus impulsos
y sus deseos. La moderación del placer de la comida es llamada abstinencia; la
mesura en la bebida, sobriedad; la medida en el placer sexual, castidad.
El vicio por exceso es la
intemperancia y, por defecto, la insensibilidad. La intemperancia se manifiesta como un deseo irracional por los
placeres sensibles y espirituales. Tiene por consecuencia el desorden interior
y el daño del organismo. La insensibilidad
esun rechazo antinatural de los
placeres. La ABSTINENCIA deriva de la templanza. Es la virtud que modera el placer que
provocan los alimentos. Es una abstención conveniente de comida que se ordena
al dominio de sí. Implica una primacía de la razón y la voluntad sobre las
tendencias y deseos respecto a la alimentación. La medida en la moderación
depende de la necesidad de cada uno y las circunstancias de cada día.
El vicio contrario por
exceso es la gula y, por defecto, la insensibilidad. La gula es un deseo desordenado de comida que nos aparta del bien y la
salud. No sólo se comete gula por un exceso en la cantidad de alimento
ingerido, sino también por una desproporción en su preparación, su calidad, o
también por comer de prisa, con voracidad, o a deshora. La insensibilidad desprecia el gusto sano por la comida y la bebida. Catequesis de Juan Pablo II sobre la templanza
La primera víctima de la destemplanza es la
propia libertad (Séneca).
De todos los animales de la creación el hombre
es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener
nada que decir (John Steinbeck).
El arte de vivir es sacrificar una pasión baja a
otra más alta (F. Mauriac).
El placer sin moderación se inclina hacia el
dolor como hacia un precipicio (Séneca).
El juego de ponerse límites a sí mismo es uno de
los placeres secretos de la vida (CHESTERTON,
Gilbert Keith).
Virtud por la que se habla o
se actúa conforme a la realidad de las cosas. Implica el valor y el carácter
para manifestar la verdad cuando es difícil hacerlo, pero también el respeto y
amor al otro para saber cuándo y cómo presentarla, y cuándo callarla.
A la veracidad se opone la falsedad o engaño intencional. La
falsedad en las palabras es llamada mentira.
Cuando la falsedad se da en los hechos, las actitudes y los gestos, tenemos la simulación o hipocresía. La jactancia es la exaltación falsa de sí
mismo y, la falsa humildad, en
cambio, el rebajamiento simulado de sí.
Hablamos de desprecio y crueldad cuando la verdad
es dada sin caridad ni provecho alguno. Cuando la verdad es callada o igualada
con la mentira por temor, el vicio es llamado debilidad.
Virtud que busca los mejores
medios en orden a un fin, y los realiza prontamente. Por la prudencia el hombre
se hace dueño de sí mismo y de su vida. Es la virtud del saber obrar y no una
cautela temerosa. Implica, principalmente, dos cosas: primero, la consideración
de la obra a realizar y, segundo, la realización de la misma. La consideración
de la inteligencia incluye la memoria de lo pasado, la inteligencia de lo
presente, la elección del mejor medio, la docilidad para asentir a la opinión
de los que tienen más experiencia… La realización de la obra implica la
previsión de lo que se realizará, la circunspección, que atiende a las circunstancias
correctas de la obra y, la precaución, para evitar los males posibles.
Vicio contrario a la
consideración de la razón es la precipitación,
por la que se omiten impulsivamente y sin reflexión todos los pasos necesarios
para obrar de modo recto y bueno. Vicio contrario a la ejecución de la obra es
la inconstancia, que abandona lo que
se ha discernido con detenimiento realizar.
Virtud que permanece largo
tiempo en un bien arduo. La perseverancia no pierde su firmeza ni cede ante la
dificultad y el cansancio que implica la extensa duración de la obra buena. El
que persevera forma los hábitos que permiten realizar las acciones con
facilidad, seguridad y placer. Se hace posible de este modo el sostenimiento y
la culminación de toda empresa.
A la perseverancia se opone
la terquedad por exceso y, por defecto, la debilidad. La terquedad se mantiene obstinada y orgullosamente en lo que no
conviene o más de lo que conviene. No escucha la opinión ajena, e insiste por
demás en lo que debe abandonarse. La debilidad
o blandura deja fácilmente el bien ante dificultades u obstáculos pequeños.
La fidelidad se puede describir como una
fuerza que supera el tiempo, es decir, la transformación y la pérdida. Pero no
como una dureza de piedra, una firmeza fija, sino creciendo y creando de modo
vivo.
(Por ejemplo) Se han conocido dos
personas, han sentido amor, y deciden casarse… Estos sentimientos al principio
parecen garantizar la duración para toda
la vida. Pero ceden fácilmente, surgen diferencias… y entonces es el momento de
la verdadera fidelidad, esto es, que cada uno de los dos tenga conciencia: el
otro confió en mí. Se entrego a mí. Hemos entrado en una alianza que determina
nuestra vida…
Fidelidad significa permanecer
firme en una responsabilidad, a pesar de daños y peligros.
Por ejemplo, uno ha asumido
ciertas obligaciones. Le ha parecido bien la cosa, la ha reconocido como
correcta, y el otro se confía a ello. Pero entonces cambian las circunstancias
y hay amenaza de pérdida. La fidelidad significa que uno mantenga y tome sobre
sí las pérdidas…
La fidelidad es la firmeza
resultante de que el hombre haya tomado algo en su responsabilidad y lo
sustente…
En una persona así se puede
confiar. Se siente que en él hay un punto que está más allá del temor y la
debilidad, desde el cual se renueva constantemente su posición.
En el caso de la fe se adquiere
un nuevo significado. Es la acción en que el hombre atraviesa el tiempo del
alejamiento y el silencio de Dios… Cuando Dios se esconde, y no se percibe
nada, y la palabra santa no habla, entonces se vuelve difícil permanecer en El.
Fidelidad es lo que supera el tiempo fugitivo. Tiene por eso en sí algo de
eternidad… (Romano Guardini, Una ética
para nuestro tiempo).
La victoria pertenece al
más perseverante (Napoleón)
El modo de dar una vez
en el clave es dar cien veces en la herradura (Miguel de Unamuno)
Si una persona es
perseverante, aunque sea duro de entendimiento, se hará inteligente; y aunque
sea débil, se transformará en fuerte (Leonardo Da Vinci). La perseverancia es el signo más seguro del amor (Somerset-Ward)
A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar
uno (Napoleón).
El genio de compone de dos por ciento de talento y
de noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación (L.V. Beethoven). Cada día hemos de renovar nuestro propósito (Kempis). No hay camino demasiado largo para el que anda lentamente y sin precipitarse (La Bruyere). Las cosas que pronto llegan a la perfección, como las flores, valen poco y duran menos; el diamante, que tarda en hacerse, es casi eterno (Gracian).
No es la fuerza, sino la perseverancia en los altos
sentimientos lo que hace a los hombres superiores (Friedrich Nietzche).
Haz de los obstáculos escalones para aquello que
quieres alcanzar (Charles Chaplin)
“Vete al Señor mismo, al mismo con quien la familia descansa, y llama con tu oración a su puerta, y pide, y vuelve a pedir. No será él como el amigo de la parábola: se levantará y te socorrerá; no por aburrido de ti; está deseando dar; si ya llamaste a su puerta y no recibiste nada, sigue llamando que está deseando dar. Difiere darte lo que quiere darte para que más apetezcas lo diferido; que suele no apreciarse lo aprisa concedido” (San Agustín).
La perseverancia en la fe hasta el final de la vida
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará (Mt 10, 22)
En el estadio todos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, entonces, de manera que lo ganen. Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible (I Cor 9, 24-25).
La perseverancia en
la oración
En una ciudad había un juez que no
temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda
que recurría a él, diciéndole: "Te ruego que me hagas justicia contra mi
adversario". Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo:
"Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta,
le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme".» Y el
Señor dijo: «Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a
sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro
que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo
del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra? (Lc 18, 1-8).
Jesús agregó: «Supongamos que algunos
de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle:
"Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no
tengo nada que ofrecerle", y desde adentro él le responde: "No me
fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No
puedo levantarme para dártelos". Yo les aseguro que aunque él no se
levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su
insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les
dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide,
recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes
algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un
pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre
del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan (Lc 11, 5-13).
La perseverancia
hasta el final de la vida
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi
Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará (Mt 10, 22)
En el estadio todos corren, pero uno
solo gana el premio? Corran, entonces, de manera que lo ganen. Los atletas se
privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros,
en cambio, por una corona incorruptible (I Cor 9, 24-25).
La inconstancia en el llamado de Dios por el sufrimiento
El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe (Mt 13, 20-21).
El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios (Lc 11, 62).
REFRANES SOBRE LA PERSEVERANCIA
Motivos para
continuar
A la larga el galgo
a la liebre mata.
Con el tiempo, hasta
un oso aprende a bailar.
El tiempo es el
mejor juez.
Caer para
levantarse, no es caer.
Muchos pocos hacen
mucho.
Perro porfiado saca
mendrugo.
No cambies de
caballo, en medio del río.
Clavo difícil de
entrar, es más duro de sacar.
Una golondrina, no
hace verano.
Aquel que siempre
dispara, alguna vez acierta.
El que busca
encuentra, aunque sea otra cosa.
La gotera, cava la
piedra.
Los obstáculos, no
son un límite.
En el camino se
hacen bueyes.
Errando errando se
va acertando.
De un solo golpe, no
se derriba un árbol.
El que la sigue la
consigue.
A la tercera, la
vencida.
Preguntando se llega
a Roma.
Todo lo que se
quiere se puede.
Sobre el modo de
perseverar
El que mucho corre
pronto para.
A pan duro diente
agudo.
A camino largo, paso
corto.
Poco a poco se anda
lejos.
A resultados
grandes, por vías estrechas.
Si quieres frutos,
sacude el árbol.
Quien no llora no
mama.
Más vale trote que
dure y no galope que canse.
La terquedad no es
perseverancia
Cambiar de parecer
no es inconstancia.
Al que no entiende
razones, las costuras le hacen llagas.
Aunque un tronco
esté diez años en el agua no se vuelve cocodrilo.
Es mejor cambiar de
propósito que perseverar en el error.