Virtud que se entristece por las miserias y sufrimientos del otro. Se fundamenta en la debilidad común de la naturaleza humana. El misericordioso, por identificación afectiva con el otro, considera como propio el dolor ajeno y lo siente en sí mismo. Para ser virtud debe impulsarnos a socorrer al prójimo. A la misericordia se opone la indiferencia, la envidia, la crueldad, la incomprensión….
BEATA TERESA DE CALCUTA
UNA VIDA DE MISERICORDIA
DOCUMENTOS DEL MAGISTERIO SOBRE LA MISERICORDIA
Dives in misericordia, Juan Pablo II
Reconciliatio et paenitentia, Juan Pablo II
Misericordia Dei, Carta Apostólica, Juan Pablo II
Sor Faustina y la Divina Misericordia, película completa
Sobre la misericordia de Dios, G. del Cerro Calderón
EL JUICIO FINAL Y LAS OBRAS DE MISERICORDIA (Mt 25, 31-45).
Obras de misericordia en el Catecismo de la Iglesia Católica (2147-2748).
Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4, 5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cfMt 6, 2-4):
«El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11). «Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros» (Lc 11, 41). «Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16; cf Jn 3, 17).
OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES Y CORPORALES
LA MISERICORDIA EN LA SUMA TEOLÓGICA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
LA MISERICORDIA EN EL EVANGELIO DE CRISTO
CITAS BÍBLICAS SOBRE LA MISERICORDIA
PARÁBOLA DE LA OVEJA PERDIDA
La compasión ante los descarriados (Lc 15, 1-7).
PARÁBOLA DEL PADRE MISERICORDIOSO
La misericordia ante el pecado (Lc 15, 11-32)
"Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado"
"Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado"
PARÁBOLA DE LOS DOS DEUDORES
La compasión del perdón (Mt 18, 21-35).
EL RICO EPULÓN Y EL POBRE LÁZARO (Lc 16, 19-30)
PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO (Lc 10, 29-37)
El dolor es más profundo, cuando no haya compasión
(José Hernández).
La compasión del perdón (Mt 18, 21-35).
EL RICO EPULÓN Y EL POBRE LÁZARO (Lc 16, 19-30)
PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO (Lc 10, 29-37)
El dolor es más profundo, cuando no haya compasión
(José Hernández).
LA MISERICORDIA ES...
La palabra que revela el
misterio de la Santísima Trinidad.
El acto último y supremo con
el cual Dios viene a nuestro encuentro.
La ley fundamental que habita en
el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que
encuentra en el camino de la vida.
La vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón
a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro
pecado
Papa Francisco, Misericordiae Vultus
FRASES SOBRE LA MISERICORDIA
Es más fácil
que Dios contenga la ira que la misericordia (San Agustín).
La misericordia es la compasión
que experimenta nuestro corazón ante la miseria de otro, sentimiento que nos
compele, en realidad, a socorrer, si podemos (San Agustín).
La misericordia llega a su
extremo en los males que alguien sufre sin merecerlo (Aristóteles).
La misericordia sirve a la
razón cuando queda a salvo la justicia, sea socorriendo al indigente, sea
perdonando al arrepentido (San Agustín).
Dios, al obrar
misericordiosamente, no actúa contra sino por encima de la justicia. Por eso se
dice en Sant 2,13: La misericordia hace sublime el juicio (Santo Tomas de
Aquino).
Dado que la culpa puede ser, en
cierto modo, involuntaria, en ese sentido puede inspirar también misericordia.
Bajo este aspecto tenemos sentimientos de piedad y compasión hacia los
pecadores, como escribe San Gregorio, la verdadera justicia no provoca desdén,
sino compasión (Santo Tomás de Aquino).
Es menos pecado la presunción
que la desesperación, pues más propio de Dios es compadecerse y perdonar, por
su infinita bondad, que castigar (Santo Tomás de Aquino).
Dios no tiene misericordia sino
por amor, al amarnos como algo suyo (Santo Tomás de Aquino).
En la misericordia se manifiesta
de manera extraordinaria la omnipotencia de Dios (Santo Tomás de Aquino).
Todos los días,
si lo buscamos, hallamos a Lázaro, y aunque no le busquemos le tenemos a la
vista. No perdáis el tiempo de la misericordia (San Gregorio Magno)
La justicia y la
misericordia están tan unidas que la una sostiene a la otra. La justicia sin
misericordia es crueldad; y la misericordia sin justicia es ruina, destrucción
(Santo Tomás).
Dulce es el
nombre de misericordia. Todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los
que quieren practicarla (San Cesáreo de Arlés).
Quien desee
alcanzar misericordia en el cielo debe él practicarla en este mundo (San
Cesáreo de Arlés).
Actuemos de
manera que la misericordia llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que
nos libre después en el futuro (San Cesáreo de Arles).
Las obras de
misericordia son la prueba de la verdadera santidad (Santo Tomás).
La caridad no se
practica sólo con el dinero. Podéis visitar a un enfermo, hacerle un rato de
compañía, prestarle algún servicio, arreglarle la cama, prepararle los
remedios, consolarle en sus penas, leerle algún libro piadoso (Santo Cura de
Ars).
Las obras de
misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad,
tanto si son ricos como si son pobres, tienen ocasión de practicarlas en la
medida de sus posibilidades; y aunque no todos puedan ser iguales en la
cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en su buena disposición (San León
Magno).
¿No sabéis que
tener misericordia significa hacerse uno mismo miserable, condoliéndose del
otro? (San Agustín)
No hay mejor
misericordia que otorgar el perdón a quien nos ha ofendido (Santo Tomás)
El que piensa
compadecerse de la miseria de otro, empieza a abandonar el pecado (San Agustín)
La suprema
misericordia no nos abandona ni aun cuando la abandonamos (San Gregorio Magno)
No conviene a
una Misericordia tan grande como la vuestra olvidarse de una tan grande miseria
como la nuestra (San Alfonso M. de Ligorio)
¿Dónde me
esconderé de Dios? ¿Dónde te esconderás, hermano? En su misma misericordia.
Nadie puede huir de Dios más que refugiándose en su misericordia (San Agustín)
Mi único mérito
es la misericordia del Señor (San Bernardo)
Despreciada la
confesión de los pecados, no habrá lugar para la misericordia (San Agustín)
Dios promete a
todos los pecadores misericordia para que se animen a levantarse (San Gregorio
Magno)
Consideremos
cuán grandes son las entrañas de su misericordia, que no sólo nos perdona
nuestras culpas, sino que promete el reino celestial a los que se arrepienten
de ellas (Sab Gregorio Magno)
¡Qué cercano
está Dios de quien confiesa su misericordia! Sí; Dios no anda lejos de los
contritos de corazón (San Agustín).
Nadie ha
experimentado como la Madre del Crucificado el misterio de la cruz, el pasmoso
encuentro de la trascendente justicia divina con el amor: el «beso» dado por la
misericordia a la justicia (Juan Pablo II, Dives in misericordia).
María, pues, es
la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio
y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la misericordia
(Juan Pablo II, Dives in misericordia)
LOS CATEDRÁTICOS, LA COMPASIÓN
¿La compasión tiene un límite? ¿La compasión implica un relativismo moral, un relajamiento moral? ¿Hasta donde debe llegar la misericordia? ¿La compasión es una trampa? ¿Hay que compadecerse de los adictos, los delincuentes, los terroristas? ¿Que diferencia hay entre tolerancia y compasión? Esto se debate en Los catedráticos.
ILUSTRACIÓN DE LA MISERICORDIA EN LA LITERATURA
Fabula del león y el ratón, de Esopo (la recompensa de la compasión)
La bella y la bestia, la compasión que enamora
Un cuento de navidad, Charles Dickens, la avaricia contra la misericordia
Historia de Moises, la misericordia de la adopción
El mercader de Venecia, William Shakespeare, misericordia y la justicia
Salmo 50, pedido de misericordia por los propios pecados
El ruego, Gabriela Mistral,oración a la misericordia divina por el difunto amado
Parábola del buen samaritano, la misericordia ante las necesidades del prójimo
Teología de la misericordia, A. Sisti
REFRANES SOBRE LA MISERICORDIA Y SUS VICIOS
- No hables de la luz, delante de un ciego (Pitágoras).
- No cuentes plata, delante de los pobres.
- A enemigo fallecido, perdón y olvido.
- A enemigo que huye, puente de plata.
- Nadie cojea, por el dolor ajeno.
- Jamás llegues a parar, donde veas perros flacos (José Hernández).
- Del árbol caído, todos hacen leña.
- Desgracia compartida, menos sentida.