El respeto es la virtud por la cual reconocemos y tenemos presente de manera habitual la dignidad de las personas, como seres únicos e irrepetibles, creados a imagen de Dios, con inteligencia, voluntad, libertad y capacidad de amar; así como sus derechos según su condición y circunstancias.
Meta:
· Descubrir y comprender que toda persona por el hecho de serlo, es merecedora de respeto, independiente de su edad, sexo, educación o cultura, desde el momento de la concepción hasta la muerte.
· Percibir y vivir el respeto que merecen las personas por sus circunstancias, condiciones y autoridad que ejercen, por ejemplo los padres, jefes , autoridades civiles, los ancianos, etc.
· Aceptar que toda persona tiene la misma dignidad y merece el mismo respeto en cualquier momento o circunstancia de su vida; y comprometerse al mismo tiempo en el trabajo de enriquecimiento y ennoblecimiento de la dignidad personal propia y de los demás, viviendo de acuerdo con ella y respetándola en toda circunstancia.
· Descubrir el propio valor y dignidad como persona y vivir de acuerdo con ello, como medio para respetar a los demás.
· Comprender, aceptar y promover el verdadero valor y dignidad de las personas basados en el SER; comprometiéndose en la construcción de sí mismos según esta verdad y valorando a los demás de acuerdo con ello.
· Distinguir en cada persona su dignidad y verla como criatura única e irrepetible, con capacidad de conocer y amar a Dios, y a pesar de todos su errores y carencias, inmensamente amada por Dios y la cual merece todo mi respeto y comprensión.
¿Por qué debemos fomentar la virtud del respeto?
· Porque el respeto es la primera condición para la convivencia entre las personas, e implica el reconocimiento de la dignidad de cada una. El respeto a los demás nos ayuda a saber participar y crecer con ellos.
· Porque todo lo que pensemos, hagamos y digamos debe ir de acuerdo con nuestra dignidad. En esto se manifestará el respeto hacia nosotros mismos.. El respeto a nosotros mismos nos permite ser mejores como personas, y nos ayuda a crecer en la virtud, ya que nos conducirá a buscar lo bueno y a descartar lo que nos pueda hacer daño.
· Porque en nuestra sociedad se piensa erradamente que debemos regirnos por nuestros gustos y caprichos, aún a costa de pasar por encima de los demás. Esta visión y forma de vivir impide establecer relaciones interpersonales positivas y lleva a la soledad y el vacío.
· Porque en algunos ambientes materialistas de nuestra sociedad, se piensa que vale más y merece más respeto el que más tiene, y no el que más es. Esto lleva a poner los ideales e ilusiones en lo material y elimina el sentido trascendente y la posibilidad de una realización y felicidad más profundas.
· Porque hay algunos derechos que no proceden de ninguna obra realizada por el hombre, sino de su dignidad como persona humana, y hay otros que adquiere por su manera de vivir y de pensar, al ennoblecer su dignidad.
Vivir el respeto significa
· Ver a la otra persona como otro yo. Tratar a las personas como a mí me gusta que me traten.
· Tratar a los demás, sin distinción, con amabilidad.
· No hablar mal de nadie, no burlarme, no criticar, no ignorar a nadie.
· Saber escuchar y ayudar cuando alguien requiera de mi ayuda. No hablar solamente yo ni querer imponer mis gustos o caprichos.
· Saber ceder, no querer imponer siempre mi voluntad, respetar la opinión de los demás.
· Respetar el esfuerzo y cuidar el trabajo de los demás.
· Desarrollar al máximo mis cualidades para ser cada vez mejor persona. Nunca pensar que valgo por lo que tengo sino por lo que soy.
· Respetar la intimidad y los sentimientos de los demás.
· Ser alegre, generoso y bondadoso, ya que los demás merecen lo mejor de mí por la dignidad que tienen.
Qué facilita la vivencia de esta virtud
· La comprensión, pues nos ayuda a entender al otro y encontrar en él el valor que tiene como persona, independientemente de sus fallos o errores.
· La virtud de la caridad manifestada en benedicencia, amabilidad, alegría y bondad.
· El descubrir nuestra propia dignidad como hijos de Dios y reconocer esta misma dignidad en los demás.
· La convivencia y el trato con otras personas que ayuda a descubrir lo bueno que tienen y a saber escuchar y ceder.
· La sensibilidad y delicadeza de espíritu para reconocer abusos y malos tratos a la dignidad de otros.
· La virtud de la generosidad que nos lleva a pensar en los otros antes que en nosotros mismos.
· Reconocer mi propia dignidad y cuánto me ama Dios por ser quien soy. Ver que los demás son iguales a mí en esto.
· Darme cuenta que yo también recibo de los demás un trato respetuoso, y que lo hacen porque reconocen en mí esa dignidad como ser humano.
· Ser agradecido con los demás, no acoger los favores y atenciones como obvios y debidos a mi persona.
Qué dificulta la vivencia de esta virtud
· Una falsa concepción de la persona humana en la cual se le valora por el tener y no por el ser.
· El egoísmo e individualismo que lleva a buscar la satisfacción de los propios gustos o caprichos, sin atender al respeto de la propia dignidad y de la de los demás.
· El ambiente materialista y utilitario, que lleva a valorar a las personas por lo que tienen o por lo que puedan ser útiles para mí.
· Falta de sensibilidad ante las necesidades de los demás.
· La sociedad que tiende a ver la masa, y no a la persona.
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/24662/cat/706/respeto-dar-su-lugar-a-cada-persona.html